Cardiff, 19 maig 1922

(…) vimos el “Empire” abierto y sin pedir permiso nos metimos dentro. Era un teatro magnífico y grande, de gran lujo, estaba a más de media entrada, nos sentamos comodamente en una butaca, pero cuando nos dimos cuenta de lo avanzado de la hora, nos levantamos para marcharnos (ocho de la noche) pero trabajo inútil, en aquel momento entraba una cola de gente inmensa, que ordenadamente iban ocupando butacas vacantes; a nosotros, uno de los que hacia de acomodador no nos permitia salir y al decir que teniamos tarde y preguntarle por la salida no nos entendió y nos llevó al water-el. Nada, que se empeñó con buenas palabras y muchos cumplidos a que nos quedaramos, y nos volvimos a sentar hasta que en un decuido de éste y en un momento que apenas entraba nadie nos fuimos. El motivo, de tanta expectación era un sermón de las misiones, dicho por un afamado propagandista protestante, aquello prometia ser interesante y divertido puesto que además tenia que haber música y canto ejecutado por toda la concurrencia, a tal fin al entrar ya repartian el libreto con los versículos. Como quiera que todo el mes es mes, de misiones, lo hacen un dia en cada iglesia; y el domingo en este teatro. Asi es, que domingo procuraremos volver.
El otro dia fuimos al cine, a ver una gran película “Heliotropo”. Ya sabes lo que es el cine; te contaré un caso curioso, y es que en los intermedios de las películas en la tela sale escrito el cuplet o canto de moda, el quinteto lo toca, y el público que quiere aprenderlo tatareando va siguiendo la música teniendo la letra a la vista, cuando acaba aplaudiendo lo hacen repetir hasta tres veces.

Juan
Cardiff 19 Mayo 1922

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