Santander, 8 febrer 1922

...antes no trabajaba tanto como se trabaja en este barco, pues desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde hay que estar en pie contando sacos de cemento, y llegando a esta hora que parece uno mejor albañil que un piloto, se tiene mas ganas , de ir a dormir o a paseo, como sucedió ayer que por primera vez desde que estamos aquí fuimos a Santander, que fue donde se me ocurrió mandarte un telefonema, de madrugada, que sin contar mucho sirvió para decirte que sigo pensando en ti y en todos vosotros. Dicho viaje a Santander sirvió más para aburrirnos, que para disfrutar. Cogimos el tranvía, a las 7 menos cuarto y llegamos a la ciudad a las ocho menos cuarto, una hora, de tranvía (como quien va a Badalona). Tuvimos que ir a paseo por la calle la Blanca y San Francisco, una via estrecha por donde se pasea toda la gente y donde hay los mejores establecimientos ya que por el gran paseo de la alameda no paseaba nadie, debido al viento que habia que por primera vez nos hizo sentir un frio intenso haciendo cambiar radicalmente los dias primaverales, que teniamos. A las nueve estabamos otra vez en el tranvía a fin, de que no se escapara ya que es el último que hay y sale a las nueve y media (…)Mi intención era poder visitar Santander durante el domingo pero llovió tan copiosamente, que nos sitió abordo todo el dia. Mañana acabaremos la descarga y pasaremos al muelle de Santander, a cargar tabaco para Bilbao y Pasages.

Juan
Santander (Astillero) 8 Febrero 1922

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