7 desembre 1919

El viage pasado cruzaba las calles de esta capital acompañado de una hermosa andaluza, que quitaba el sentir y seguramente, que ella, al verse acompañada, de un hombre que le hablaba de cosas banales, se encontraria trasportada a otros lugares en compañía de otro ser que sus palabras emanarian cánticos de amor; contrastes de la vida; este viaje las he cruzado y no precisamente con mujeres jovenes con el pensamiento en el amor sino con hombres viejos, con la palabra y el pensamiento fijadas en cosas trascendentales, de comercio y responsabilidad. Eran tio Floro y Jaume Canaval; mucho hemos caminado. El tren nos ha llevado a la capital, caminando fuimos a un parque donde existe el famoso Stadium que es al estilo de una plaza de toros, a excepción hecha, de, que, asi como la plaza de toros es redonda, esto es ovalado. Este Stadium, llamado por los antiguos Stade Panathenaïque fue contruido hacia la mitad del siglo cuarto antes de J.C. por el orador Lyargo y cada cuatro años tenian lugar los Juegos Olimpicos. Su longitud era de 184 mts. 95, dicha medida era la unidad lineal, de, distancia, de los antiguos. Podia acomodar 60 mil espectadores. Este Stade fue restaurado en el año 140, despues de J.C. por el rico ateniense Herodes d’Atique. En el año 1894 Georges Averoff, negociante griego de Alejandria, dio la suma necesaria para reconstruirlo. La restauración fue ejecutada según los planos antiguos cambiando el material por marmol, es lo que se vé. Saliendo de aquí henos seguido caminando llegando al templo de Jupiter, donde solo se ven columnas medio en ruinas, que recuerdan la magnificencia del templo. La construcción fue comenzada por el tirano Persistrate hacia el año 530 antes de J.C. Sus hijos Hippias e Hipparque, después de la muerte del padre continuaron la obra hasta la época de la expulsion, después de la cual los trabajos permanecieron parados. En el año 174 antes de J.C. el rey de Siria Antiochus Epifanes confió la reconstrucción al arquitecto Cossotus el más famoso de la época, que modificó el plano adoptando el estilo Corintiano. La muerte no permitió a ninguno de los dos verlo consumado. En 86, ante de J.C. el general romano Sylla, despojó el templo de algunas columnas y las llevó a Roma. Más tarde los reyes, aliados de Augusto quisieron terminar la obra. No obstante, la gloria de su terminación cupo al emperador Adriano, que acabó la construcción en el año 130, depués de J.C. La magnificencia era tanta que los antiguos athenienses la consideraban la octava maravilla del mundo. Contaba 124 columnas hoy solo quedan 15, la 16 fue derribada por un huracan en el año 1852. Tenia una longitud de 120 mts. Y un ancho de 54 mts. Dentro habia una estatua colosal de Jupiter de oro y nacar. Fue destruido por los turcos, que aprovechaban el material para hace chozas. Después siguiendo el camino hemos encontrado el teatro de Bacchus que podia contener 30.000 espectadores. Hoy solo quedan ruinas de estatuas que la adornaban y también de butacas, las del pueblo eran de piedra, y la de los sacerdotes de marmol. Jaime se sentó en la que pertenecia al capellan del templo de Bacchus, es la mejor que hay. Después hemos ido a una gruta que hay en la montaña, de l’Acrópolis, donde se venera una virgen, hemos visto que habian candelas, hemos encendido tres dejándolas alli dipositando su importe (30 cts.) en un cepillo. Siguiendo el camino nos hemos encontrado en el teatro Odeon, d’Herodes Attiens también en ruinas. Subiendo a la Acrópolis y subiendo diez y seis escalones, nos hallamos sobre la roca llamada Aeropage. La justicia se hacia en pleno aire delante de la estatua de Themis, diosa de la Justicia, que se hallaba en esta roca, delante de cuya estatua los testigos prestaban juramento.Por los cristianos ambien tiene gran interés poque enciam de esta roca en el año 54 después de J.C. el apostol San Pablo predicó la existencia de Dios a los Athenienses convirtiendo a muchos de ellos entre estos a San Genis.
De aquí nos internamos, dentro l¡Acropole o sea la montaña donde hay el Parthenon y el Erechteion también en ruinas. Desde esta montaña se domina todo Athenoas y parte de las islas, del golfo, de este mismo nombre. Todo el material de estos edificios es de marmol. Habia mucha gente y por lo que decidimos es el paseo de los Athenienses, como para nosotros es la fuente fargas en la falda de esta montaña y al pie de la carretera hay merenderos con su correspondiente organillo.
Contentos, satisfechos y cansados volvemos abordo a la hora de comer y en espera del dia de mañana para salir a las seis de la tarde para Salónica, quince dias, después de haberlo hecho, de Barcelona (…).

Juan
Pireo 7 Diciembre 1919

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