Estimada Carmen.
Hoy he recibido tu carta, contestando, a mi telegrama anunciándote la llegada. Me dices en ella que esperas noticias mias contándote muchas cosas, y en verdad te digo que bien quisiera hacerlo, para asi corresponderte, pero me encuentro en una situación que mi voluntad no puede desenvolverse como ella quisiera. Vuelve a empezar la tanda de aquellos viajes indefinidos e inacabables. Encontramonos fondeados bastante lejos del puerto, nosotros con veintitrés barcos mas, porque el puerto de Valencia, este puerto orgullo de valencianos los cuales creen tener el non plus ultra, es impotente para cobijarnos y, aquí estaremos hasta Dios sabe cuando pues ahora hay diez y siete turnos delante de nosotros, por esto te digo que de Valencia poca cosa puede contarte si cuando atraquemos no trabajamos de noche es posible que vaya a Ruzafa o a cualquier otro teatro.(…)
Juan