Jacksonville, 5 d’agost de 1917

Después de tener una travesia magnifica por el buen tiempo y por lo rápida, y cuando creiamos llegar, o mejor dicho poder pasar el domingo pasado en esta población, nos sorprendieron calmas y después vientos contrarios que poco le faltó para que no nos llevaran a pocos grados de la altura de New York, es decir que pasamos de largo, pero poco a poco, cediendo el viento, fuimos a la recalada al faro San Simon en Brunswick, hasta que pudiendo ir hacia el Sur avistamos los faros del rio, y dando vueltas y más vueltas pudimos ir a fondear á la embocadura, en el preciso momento que descargaba una fuerte tormenta, como las que abundan por estas regiones (tres dias que andamos por ahí y cada dia a la misma hora (2 de la tarde) deja sentir sus efectos, en este preciso momento en que escribo, empieza a soplar el viento anunciando la tempestad). A las pocas horas de fondeados, vino el remolcador y el práctico, que nos llevaron hacia arriba fondeandonos frente la estación de cuarentena. Al dia siguiente, vinieron comparecieron con unos cubos llenos de azufre, que metieron en la cámara, en la bodega, y por todas partes cerrandolo todo bien durante 5 horas, cuando abrimos parecia que hubiera estallado un incendio, apestando de tal manera que no podiamos entrar en el camarote sin medio asfixiarnos. Ayer, a las tres de la tarde volvio el remolcador y junto con un pailebot nos llevo arriba llegando a las diez y media, fondeando en medio del rio, creo que mañana atracaremos para descargar el lastre. Todavia no hemos podido ir a tierra porque con motivo de la guerra miran muchos pequeños detalles. Hoy mismo ha venido el inspector de emigración, reconociendo a toda la tripulación, anotando todos los detalles caracteristicos de la persona, midiéndole la altura y el peso, mañana vendrán a fotografiarnos y quizás tambien a tomarnos la marca del dedo y ponerla en un carnet que uno deberá llevar siempre consigo cuando vaya a tierra, de lo contrario está expuesto a que si algun “policeman” se lo pide y no lo tiene á que lo prendan y lo hagan soldado para mandarlo al frente, ya que lo consideran, al que no va documentado por la emigracion, como diriamos nosotros un trinxeraire. Por lo que se ve las leyes son muy rigurosas, tanto es asi que si deserta algun tripulante ponen al buque una multa de 300 dollars, y si no da parte el capitán y dentro de cinco años lo encuentran habiendo cometido algun delito, le ponen á la casa una multa de mil dollars. Ya ve como las gastan los norteamericanos. (…)

Por lo que me dice , referente a la situación en que está España, con la suspensión de garantias, veo que Ud. estando a tierra tienen pocas noticias (como nosotros no sabemos absolutamente nada, no hemos preguntado). De submarinos nosotros no hemos encontrado ninguno, fue lo primero que nos preguntaron los americanos al llegar.(…)

Un fotografo desde el remolcador nos sacó varias fotografias, con las velas hizadas. Os habeis fijado si estas fotografias han estado expuestas en los escaparates de aquella casa de la Plaza Cataluña?(…)

Juan
Jacksonville (Fla), 5 Agosto 1917

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